No son pocos los que aún recuerden a aquel palmerino de carácter noble y seco, muy cabal y poco amigo de las bromas, que manejaba con destreza el palo-horqueta para levantar los cables durante el recorrido de las procesiones...

De pelo cano, ojos claros y una portentosa estatura, en el pueblo era conocido como Felipe el gitano, aunque su nombre era José Vargas García. Cosas de los antiguos.

José había estado en La Legión y todavía, de anciano, mantenía esa marcada impronta legionaria. Pepe el Calé, como era conocido en el Tercio, nació en La Palma el 11 de mayo de 1908, por lo que en 2008 se cumplió el centenario de su nacimiento. Se crió en la calle del Cabo y vivió sus últimos días en la calle Alegría de la Huerta, donde falleció hace ahora veinte años. A la prematura edad de quince años, cosa muy común en la época, Pepe se alistó como voluntario en el Tercio de Extranjeros, fundado tres años antes por el entonces Teniente Coronel José Millán-Astray Terreros. Recala en Melilla (en la I Bandera), donde poco tiempo después realizaría también el servicio militar. Por eso mismo, podemos afirmar con casi total seguridad que estamos hablando del primer palmerino que se alistó en El Tercio de Extranjeros.

Pepe era una persona muy querida. Se llevaba bien con todo el mundo... y uno de sus mayores amores era el vino. Medía cerca de los dos metros, presentaba una destacable corpulencia atlética y tenía ambos brazos repletos de tatuajes realizados con tinta taleguera. Quizá por eso, por su marcada figura de guerrero, tuvo tan peculiar destino en el Tercio.

Participó en dos guerras: la de Marruecos y la Civil. De la primera fue superviviente en una Legión que perdió más de dos mil hombres, quedando de su Bandera tan sólo 20 ó 30 para contarlo... Y en la Guerra Civil siempre estuvo en el frente, recorriendo prácticamente toda la costa española en barco hasta recalar en Oviedo, donde el 14 de octubre de 1936 recibió un tiro en la mano derecha. Allí conoció a la que fue su esposa (hija de un ingeniero de minas), llamada Josefa Fernández Álvarez. Josefa abandonó todo para irse con Pepe y casarse -por lo civil- en Tetuán. Pepe, que era muy devoto de la Virgen del Valle, al poco tiempo, se volvería a casar en la semi-quemada ermita del Valle, ya según el rito católico.

Poco tiempo después, a principios de los años 40, y tras pasar diecinueve años en La Legión, Pepe se licenciaría para ir a establecerse en La Palma, pasando a formar parte de la plantilla de empleados de los Domínguez-Rivera, donde trabajaría en su fábrica de harinas hasta la fecha de su jubilación.

Hasta ahora, cómplice lector, hemos conocido la historia que los propios familiares de Felipe conocían... Pero, desde hace varias semanas, una histórica e inédita fotografía ha revelado una desconocida faceta legionaria de Pepe “el Calé”: Por pura casualidad, este inédito documento fotográfico de medidos de los años 20 fue localizado por un palmerino en el Museo Militar de Palma de Mallorca. En él vemos a un joven y aparente legionario (nuestro Felipe) junto a su Coronel. Cabe destacar su posición, siempre posterior al superior, y su dedicatoria. Y es que lo que nadie sabía, nunca lo había comentado, suponemos que por humildad era que Felipe fue escolta del fundador del Tercio, el mismísimo José Millán-Astray; además de ser, como se puede deducir por las fechas indicadas, el primer legionario de La Palma del Condado. En la dedicatoria del pie de foto se puede apreciar cómo el militar coruñés corrige la “S” por la “T”, en clara denotación de tuteo, lo que expone a las claras el grado de amistad y confianza que existía entre el entonces Coronel y su joven escolta.

Curiosamente el 12 de octubre de 1936, dos días antes de que Felipe fuera tiroteado en Asturias, ocurrió aquel famoso enfrentamiento entre Millán-Astray y Miguel de Unamuno en la Universidad de Salamanca.

A la memoria de José Vargas (o “Felipe el gitano”), aquel admirado y querido legionario, ahora que se cumplen 105 años de su nacimiento y 25 de su unión con su Novia (la Muerte), queda este artículo como humilde homenaje al primer palmerino que se alistó a La Legión y al primer escolta personal de su fundador.